Blume

Friday, August 04, 2006

Where is the love?


Pocas horas después de que Ehud Olmert anunciara que la "infraestructura terrorista" de Hezbolá había quedado destruida, la guerrilla integrista consiguió ayer lanzar 210 cohetes sobre el norte de Israel. El número ha sido hoy menor, pero con consecuencias mucho más terribles: ocho personas han muerto por culpa de una lluvia de katuyshas a primera hora de esta tarde. Cuatro de las víctimas han perecido cuando un proyectil ha impactado directamente en su casa de Ma'alot. Las otras cuatro personas han muerto en San Juan de Acre. Dos de ellas son un hombre de 44 años y su hija de 15.
Por otro lado, el Ejército israelí dice haber llegado a una conclusión sobre la matanza de civiles en Qana. Admite que atacó el edificio con dos misiles porque pensaba que se trataba de "un refugio de terroristas". Si hubieran sabido que sólo había civiles en su interior, no habrían dado luz verde al bombardeo. La declaración del jefe de las Fuerzas Armadas incluye la habitual acusación a Hezbolá de utilizar a los libaneses de escudos humanos y la cínica alusión a sus llamamientos a los civiles para que abandonen los pueblos del sur del Líbano.
Definitivamente, el alto mando militar israelí no ha leído a Anthony Cordesman:
"Creating more enemies than you kill is self defeating; making it politically and ideologically impossible to end a war and so is spreading new levels of anger and hatred to other countries and/or factions".

Muchos pueblos se han quedado sin comida. No llegan suministros a Líbano para reponer todo lo consumido en las últimas dos semanas. Los precios de los alimentos básicos han experimentado un fuerte incremento. El azúcar ha subido un 600%, el gas para cocinar, un 400%.
La ONU exige a Israel que permite la llegada a los puertos libaneses de los primeros cargamentos de ayuda. También debe comprometerse a no atacar a los camiones que están preparados para salir desde Beirut.
De momento, Israel está dispuesta a aceptar el envío de ayuda por vía aérea. EEUU se ha ofrecido a destinar sus helicópteros y buques de guerra para este fin. La alternativa permitiría a la aviación israelí continuar destruyendo todos los camiones y furgonetas que se dirigen hacia el sur e impedir así que Hezbolá acerque sus cohetes a la frontera. Es probable que la ONU proteste porque el lanzamiento de comida desde el aire no garantiza que llegue a todas las zonas afectadas. Y tampoco se puede facilitar la asistencia sanitaria necesaria desde el aire.
Y sigue, la llamada por muchos...guerra eterna.

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